Second slide

OBSCURIDADES O FRENCH THEORY Foucault por John Searle

«No soy un filósofo», Michel Foucault me repetía esta frase con insistencia casi ansiosa, cuando discutíamos en Berkeley donde vino a enseñar. Prefería llamarse historiador: sin embargo tenía, a mi parecer, ambiciones filosóficas. Me confió que una mujer le dijo un día: «Usted es el Kant de nuestro tiempo». Evidentemente, ese elogio le encantó. Me sorprendía la paradoja: en sus conversaciones y en sus cursos era claro, mientras que en sus escritos lo encontraba obscuro. En una comida le pregunté: «Michel ¿por qué escribes tan mal?». De manera reveladora me respondió: «Si escribiese tan claramente como tú, la gente en París no me tomaría en serio. Pensarían que lo que escribo es infantil e ingenuo». Como pensaba que exageraba, le insistí. Entonces me dijo con fuerza: «En Francia, hay que tener por lo menos un 10% de incomprensible». ¡Él lo pensaba!. Más tarde hable de eso con Pierre Bourdieu que fue más lejos, diciéndome en substancia: ¡para que en Francia un libro sea tomado en serio, no ha de haber un 10% de pasajes incomprensibles, sino el doble!

Foucault debía notar el peso de su pertenencia al medio intelectual parisino, como si estuviese obligado a recurrir a expresiones misteriosas para dar a sus palabras la apariencia de profundidad. Al mismo tiempo, bromeaba sobre sus contemporáneos a propósito de este tema. «La escritura de Derrida es tan mala y tan poco clara –me dijo – que es imposible comprenderlo (es su vertiente obscurantista) y si tiene usted la desgracia de criticarlo, os replica: ‘me habéis entendido mal’, ‘sois idiota’ (es su vertiente terrorista)». Logré autorización de Foucault para retomar su expresión «obscurantismo terrorista», en un artículo sobre Derrida…

Pese a sus obscuridades, e incluso si habitualmente estoy en desacuerdo con sus ideas, Foucault era a veces de una agudeza intelectual extraordinaria. Un día tuvimos un debate sobre la revolución sexual de los años 1960 y 1970. Yo pensaba que los cambios no eran tan importantes como se nos quería hacer creer. Con pocas frases, Michel me convenció de lo contrario: «hubo una transformación», concluyó. Siguiendo un viejo cliché, es habitual decir que ‘un genio es alguien que inventa su propia carrera’. Pues bien, yo no sé si Foucault era un genio, pero una cosa es segura: inventó absolutamente su propia trayectoria y transformó a su manera el pensamiento.

 

JOHN SEARLE es autor de Making the Social World: The Structure of Human Civilization. Oxford University Press, 2010.

© de los autores. Publicado en Philosophie Magazine, nº 40. Junio, 2010. Reproducción exclusiva para uso escolar. Trad. R. A.