ACUMULACIÓN: Marx nunca creyó en ningún tipo de ‘espontaneidad’ del mercado. El capitalismo es, todo él, planificación. La acumulación capitalista gracias al mecanismo de la plusvalía, asegura la concentración de la economía cada vez en menos manos, pero también cada vez en manos más poderosas.
ALIENACIÓN: Negación de uno mismo, pérdida de la identidad, cosificación. Situación del obrero en la economía capitalista. Tiene una base estrictamente económica, aunque se manifiesta en la religión y en la vida cotidiana – y hoy en otras formas como el ocio manipulado. Ver ‘fetichismo’.
CRISIS: Cuando Marx analiza las crisis cíclicas del capitalismo insiste en que ni las crisis, ni la famosa ‘tasa decreciente de ganancia’, no terminan con el capitalismo (algo que no entendió el marxismo de los años 1920-1970). Más bien lo desarrollan a una escala más amplia. Las condiciones de la revolución dependen, más bien, de la tendencia a la concentración del capital que hace emerger también a una clase obrera organizada.
ESTADO: El estado burgués es el corolario de la economía capitalista. Asegura formalmente las libertades individuales y el trato igual para todos dentro de la ley. Pero al legalizar la opresión del hombre por el hombre, es decir, la propiedad privada y la apropiación capitalista, se convierte en dictadura de la burguesía. La revolución significa, pues, la ‘abolición del Estado’ y su substitución por una sociedad democrática.
FETICHISMO: Bajo el capitalismo, el mercado, que es una institución humana, se convierte en una ley trascendental ante la que los humanos se inclinan cual si se tratase de un fetiche. Sometidos al mercado, los hombres se cosifican, se alienan.
LUCHA DE CLASES: Más que una ley inexorable de la historia, la lucha de clases expresa la aparición de un nuevo sujeto histórico: la clase obrera industrial (proletariado) que es capaz de tomar el relevo a la clase burguesa. Pero para lograrlo debe vencer la potencia ideológica de la clase burguesa. Si las ideas dominantes son las de la clase dominante es porque contribuyen funcionalmente a su dominación. La lucha de los explotados requiere unas ciencias sociales capaces de analizar los mecanismos de dominación y las contradicciones del sistema.
MERCADO MUNDIAL: Marx nunca llegó a analizar el mercado mundial, sino que estudió básicamente la economía política inglesa, que le parecía la más significativa de su época. Pero se dio cuenta de que la forma de asegurarse el mercado mundial en su época era el pillaje de las colonias.
MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA: La manera de organizar la sociedad en que, mientras la ley proclama la igualdad formal entre todos, la propiedad privada y la explotación salarial, garantizan la sumisión efectiva de la clase obrera.
PLUSVALÍA: Al trabajar durante más tiempo del necesario para lograr su salario, el trabajador es explotado y el capitalista logra su beneficio. Ese mecanismo está en la base de la omnipotencia del capitalismo que ‘consume’ cada vez más fuerza de trabajo, deshumanizando el mundo.
