Hegel; algunas preguntas básicas

Ramon ALCOBERRO

 

   Hegel (1770-1831) es un filósofo extraordinariamente complejo por muy diversas razones. Usa un vocabulario muy específico, nos queda lejos su contexto cultural (el de los Estados alemanes de principios del siglo XIX, cuando todavía la industrialización balbuceaba) y su método filosófico quiere ser sistemático – es decir sometido a un orden y a una estructura racional – pero a veces resulta forzado. Para entrar en su obra planteamos algunas preguntas y respuestas que merecerían ser ampliadas y matizadas.

1.- ¿Fue Hegel un romántico?

   Hegel pertenecía a la generación romántica, pero estrictamente hablando no lo fue. Había nacido en 1770 (el mismo año que Hölderlin y que Beethoven) pero se diferencia claramente del romanticismo porque cree que el papel de las emociones no es lo determinante en la vida humana. Como los románticos, reconoce el papel de la subjetividad, pero no se limita a ella. Además, Hegel cree que el Estado es la forma de la racionalidad. Las emociones son algo así como una palanca, pero han de ser sometidas a la razón. La subjetividad es inevitable, pero debe ser domesticada. Para Hegel el romanticismo es «belleza impotente» que despoja al mundo de su realidad y lo disuelve en abstracciones muertas.

2.- ¿Fue Hegel un Idealista?

Hegel fue un idealista, pero en un sentido muy diferente al de Platón. La idea en Hegel no es algo que exista como tal, o que tenga un nivel de realidad externo a la cosa, sino que se descubre mediante procesos continuos de cambio y de transformación que se producen en la realidad. Idealismo en Hegel es lo contrario a subjetividad. La idea es el conocimiento intelectual al que se accede por un proceso de contradicciones dialécticas.

3.- ¿Fue Hegel un racionalista?

 Hegel fue un racionalista, pero en un sentido muy diferente al de Descartes. La razón es la conciencia de la realidad toda y rige la historia, que no consiste en una mera acumulación de datos y de hechos sino en una sucesión de acontecimientos dotados de sentido. Nada que sea irracional, es decir que niegue la capacidad de la razón para regir la historia puede finalmente subsistir. Pero la razón es, como mostró Descartes, algo que solo puede funcionar de forma metódica y ordenada. Por eso la Razón hegeliana se encarna en la Historia y en el Estado de una manera fundamental.

4.- ¿Qué es la dialéctica?

Hegel fue un pensador dialéctico, pero la dialéctica no es un hallazgo exclusivo de Hegel. La dialéctica es un método de conocimiento que ve en los sentidos una fuente de error y recurre al pensamiento abstracto como única vía para el conocimiento de la verdad. La afirmación básica del pensamiento dialéctico es todo cuanto existe está destina a ser superado. Entre los presocráticos, Heráclito fue el primer pensador dialéctico al concebir la realidad como cambio constante, o como unidad y lucha de contrarios. Hegel afirmó en sus Lecciones sobre la historia de la filosofía que no había ningún texto de Heráclito que no hubiese incorporado a su Lógica. En Hegel la dialéctica es la estructura misma de la realidad que opera mediante contradicciones. Tal como dice en la Lógica (II, 58): «todas las cosas son contradictorias en sí mismas» y la dialéctica es el esfuerzo por comprender la racionalidad de la contradicción.

 5.- ¿Cómo es realidad?

Hegel considera que la realidad en ella misma es dialéctica. La certeza propia del sentido común no sirve en filosofía. La filosofía busca explicar las formas del despliegue de la realidad en cuanto tal, que nace de un proceso de negaciones, cada una de las cuales pone la base de un nuevo desarrollo de la razón. La dialéctica no solo describe la realidad como un proceso de contradicciones, transformaciones, cambios, etc., sino que también el pensamiento que comprende la realidad avanza dialécticamente mediante contradicciones.

6.- ¿Qué es la contradicción?

   Hegel considera la contradicción como el motor de la dialéctica. Situar la dialéctica en tanto que estructura misma de la realidad implica que en la realidad todo es tensión de contrarios. La escisión está en el origen y en la necesidad de la filosofía porque la vida se forma oponiéndose eternamente a sí misma. Según lo expuso en la Ciencia de la Lógica (I): cuando se dice que las cosas son finitas no solo se quiere indicar que son limitadas «… sino que antes bien, el no-ser constituye su naturaleza y su ser».

7.- ¿Qué significa “aufhebung”?

   Hegel usa la palabra “superación” («aufhebung») para indicar que en la vida nada se pierde definitivamente.  En alemán «aufhebung» tiene el sentido de que al cambiar se sigue conservando o manteniendo. Lo que es negado al superarse se conserva, en una trama dinámica. Situar el mundo y la historia como una realidad estática equivaldría a no entender la realidad y pensar que todo nuevo momento rompe con el mundo anterior sería también un error. En la dialéctica, a través de los cambios, no solo se destruye o se cancela sino también se mantiene, e incluso se eleva, pero reinterpretado, de manera que lo que había sido superado reaparece en algo nuevo que al negarlo lo conserva (al modo como, en la resurrección de Cristo la vida y la muerte de Jesús toman un nuevo significado o como, por ejemplo, Napoleón era el exponente de una revolución burguesa, pero también de una nueva monarquía).

 8.- ¿El esquema de la dialéctica es el de “tesis-antítesis-síntesis”?

Hegel jamás usó el esquema tesis-antítesis-síntesis, que fue introducido por sus comentadores posteriores. La dialéctica es un proceso más complejo porque toda realidad funciona por contradicciones, pero eso no significa que solo existan tres momentos en ese tipo de procesos. Suponer que el mundo funciona por un proceso sucesivo de afirmación (tesis), negación (antítesis) y negación de la negación (síntesis) es simplificar la realidad. Ni tan siquiera esos tres momentos son sucesivos porque en el interior mismo de cada momento están ya los gérmenes de su disolución/superación. Tesis y antítesis no están separada como tal, designan más bien los dos términos de la realidad escindida. O lo que es lo mismo, en el interior de cada momento, de cada concepto, de cada experiencia están también los elementos de su superación.

9.- ¿Qué entiende Hegel por “espíritu”?

Hegel entiende por “espíritu” la síntesis entre la universalidad y la particularidad, y por eso mismo el espíritu es la totalidad de lo real en tanto que es conocido por les seres humanos. En el cap. IV de la Fenomenología del Espíritu define el espíritu como: «un yo que es un nosotros y un nosotros que es un yo». En este sentido el “espíritu” es la Idea, la expresión de la razón extrañada de la Naturaleza y no puede entenderse desde cada movimiento o desde cada circunstancia en particular, sino en su despliegue global, porque, como dice también en las primeras páginas de la Fenomenología… «Lo verdadero es el todo». El concepto de espíritu recorre toda la obra de Hegel con múltiples matices, pero como se lee en La razón en la historia: «Sea lo que sea lo que se lleve a cabo, es siempre el espíritu el que obra».

10.- ¿Cómo se despliega el “espíritu”?

Hegel concibe el “espíritu” como una serie de círculos que se desarrollan progresivamente, superándose uno a otro. En Hegel el Espíritu se desarrolla en tres momentos como «espíritu subjetivo», «espíritu objetivo» y como «espíritu absoluto». En el espíritu subjetivo el espíritu se relaciona consigo mismo, como conciencia y sujeto, y se expone en tres capítulos: antropología, fenomenología y psicología – aunque hay que tener en cuenta que el significado que da Hegel a esas palabras, no el habitual. Como espíritu objetivo Hegel analiza las realizaciones externas del sujeto (derecho moral y “eticidad” o comunidad ética). En definitiva, el espíritu objetivo es el espacio de todo cuanto es histórico y lo que muestra es el desarrollo de la libertad en sus grandes etapas (que para Hegel son la oriental, la greco-romana y la germano-cristiana). Finalmente, el Espíritu Absoluto (la filosofía de la máxima expresión del espíritu, la filosofía del “espíritu del mundo”, que es el protagonista de la historia de la larga marcha de la Historia hacia la libertad) se despliega como arte, religión y filosofía.

11.- ¿Qué es la “conciencia desgraciada”?

Hegel explica la marcha del espíritu a través de diversas “figuras de la conciencia”, que son formas de expresión de la historia y pasos en la comprensión del mundo. La conciencia desgraciada es una de esas figuras. En Hegel la conciencia desgraciada es la del hombre medieval.  El hombre medieval es consciente de la brecha que existe entre sí mismo como un individuo finito, contingente, y el reino eterno y de la razón universal. La manera que tiene la conciencia infeliz, que para Hegel representa la conciencia cristiana medieval, de entender su desgracia es separando la realidad en dos mundos, el de la conciencia débil, susceptible de sufrimiento y de la conciencia infinita (divina) en contraste con la cual se siente desgraciado. Lo que habría hecho en cambio la modernidad es construir nuevas formas de conciencia en la búsqueda de la verdad total que finalmente solo se encuentra en el Estado. Por extensión, conciencia desgraciada ha designado también en la filosofía posterior la de quien no accede a la racionalidad y/o la ley.

12.- ¿Qué es la “dialéctica del señor y el siervo”?

   Hegel presenta dialéctica del señor y el siervo (del amo y el esclavo) como una de las figuras de la conciencia. En Hegel, el señor es el que ha visto la muerte de cara y no ha temblado y el esclavo es el que ha tenido miedo a morir y por miedo y para sobrevivir se ha convertido en esclavo. El esclavo se constituye como autoconciencia a partir de tres momentos: el temor, el servicio y el trabajo; pero mediante el trabajo el esclavo acaba por determinar la vida del dueño que consume sin trabajar y, por lo tanto, depende del siervo. De esta manera Hegel explica que en la modernidad no hay valor que no sea recíproco – y así el capital y el trabajo se necesitan mutuamente.

13.- ¿Es Hegel un pensador institucionalista?

   Hegel consideraba que por mucho que la capacidad de libertad sea una característica potencial de cada miembro de la especie humana, el estado de ser libre es un logro de un tipo distinto y que solo podemos ser libres mediante instituciones.  En Hegel, la dependencia respecto a los demás no es un obstáculo a nuestra libertad, sino la condición que la hace posible. La libertad objetiva depende de componentes institucionales como la propiedad, el respeto a los contratos y normas etc. La familia burguesa, una economía de mercado moderna regulada por lo que él llama "la policía" y la administración de justicia, cuyos efectos severos son moderados por las identidades de grupo en gremios y grupos de artesanos que él llama "corporaciones" y un estado básicamente republicano son condiciones (instituciones) de la libertad.

14.- ¿Es Hegel un “pensador del Estado”?

  Hegel considera el Estado político como el tercer elemento de la vida ética tras de la familia (el espacio de los afectos) y la sociedad civil (el mundo de los negocios y de los intereses privados. En Hegel, el Estado es la instancia de la racionalidad, porque en él no rigen los intereses subjetivos, sino que estos se reconocen y a la vez se reconcilian con los intereses universales (de todos). En él la libertad se hace pública y se encauza mediante la ley. Eso es tanto como decir que en el Estado se produce la síntesis de la libertad objetiva (libertad de la voluntad universal o sustancial) y de la libertad subjetiva (libertad de todos individualmente que al buscar fines particulares crean una voluntad común); la forma la racionalidad del Estado se encarna en las leyes y principios que son expresión de pensamientos universales. ¡Pero, atención! el Estado tal como lo entiende Hegel, no solo es la expresión más extensa de la vida nacional (de una comunidad de vida, lengua, tradiciones, cultura) y no puede ser tan solo una expresión tiránica de la fuerza; una tiranía no es un Estado. Solo se constituye en Estado una comunidad ética, no cualquier grupo humano. Aceptando esta premisa, para Hegel el Estado es la expresión de lo Absoluto en el nivel de la política (¡y por lo tanto los Estados victoriosos en una guerra pueden ser considerados los preferidos por Dios!), lo que le convierte en un teórico del totalitarismo.

15.- ¿Creía Hegel en Dios?

   Hegel cree en un tipo de Dios… hegeliano. En Hegel Dios y la Razón se identifican; mediante la religión los hombres se relacionan con el absoluto que otorga un sentido a su existencia y el espíritu se apacigua. Pero el Dios hegeliano no es omnisciente; la misma estructura de la razón, construida desde la contradicción, hace imposible que Dios pueda ser omnisciente, omnipotente, etc. – y por eso la razón avanza en la historia mediante contradicciones. Por otra parte, si Dios debe ser verdaderamente infinito, verdaderamente ilimitado, entonces Dios no puede ser 'un ser', porque 'un ser', (aunque poderoso) implica un no-ser y así estaría ya está limitado por sus relaciones con los demás tipos de seres. Hegel tampoco creía que Dios fuese la Razón humana (en ningún caso Dios se identifica con la humanidad) ni que fuese la naturaleza (no era panteísta). De una manera aproximativa, si se entiende por Dios la realidad más plena, entonces vendría a ser una síntesis entre libertad (interior) y amor, que es lo mejor de los humanos.

16.- ¿Hegel anunció la muerte del arte?

Hegel considera la muerte como un elemento básico del proceso dialéctico que progresa a través de un movimiento de negación; así el arte, siendo importante ha sido superado dialécticamente tanto por la religión como por la filosofía. En la filosofía de Hegel todo cuanto existe lleva en su seno la negación y la muerte, que es la condición de una nueva vida. Así, por una superación dialéctica, la continuación del arte se produce a través de su participación en los relatos más inclusivos del Espíritu Absoluto que son la religión y la filosofía. No usó exactamente la expresión «muerte del arte», pero sí consideraba que ha perdido su más alta vocación y afirma que el arte está en condiciones de ofrecer al mundo moderno poco más que más que una distracción. El arte en la época moderna se encuentra abocado a una «AufIösung» que no es tanto una muerte como una disolución. Eso significa que, para seguir resultando significativo, el arte ha de resolverse/disolverse en otros niveles; los artistas deberán crear dentro de los ámbitos de la religión y de la filosofía.

 

 

 

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© Ramon Alcoberro Pericay