EVOLUCIÓN Y RELIGIÓN
Una entrevista con
Daniel DENNET
Jörg
Blech y Johann Grolle
Der
Spiegel, 26 diciembre 2005
Daniel
Dennett (Boston, 1942) es sin disputa uno de los grandes filósofos
vivos. Ha hecho contribuciones decisivas a la filosofía
de la mente y a la filosofía de la biología, e interesantes
incursiones en la metafísica y aun en la teoría
moral desde el evolucionismo. Entre sus libros más conocidos:
“La libertad de acción. Una Análisis de la
exigencia del libre albedrío” (Gedisa) y “La
peligrosa idea de Darwin” (Galaxia-Gutemberg).
SPIEGEL:
Profesor Dennett, más de 120 millones de estadounidenses
creen que Dios creó a Adán del barro hace unos 10.000
años e hizo a Eva de su costilla. ¿Conoce personalmente
a alguno de estos 120 millones?
Dennett:
Sí. Pero la gente que cree en el creacionismo no está
dispuesta a hablar de ello. Aunque aquellos que son partidarios
del Diseño Inteligente, hablarían sin parar. Y lo
que he aprendido acerca de ellos es que están llenos de
información errónea. Pero han encontrado esta información
errónea en fuentes verosímiles. No es solamente
su pastor el que les habla de esto. Compran libros que son publicados
por los más importantes editores. O bien visitan páginas
web y ven propaganda muy inteligente puesta por el Discovery Institute
de Seattle, que es financiado por la derecha religiosa.
Una
idea peligrosa, de grandes consecuencias filosóficas
SPIEGEL:
La teoría de la evolución está en el centro
del debate. ¿Por qué la evolución provoca
mucha más oposición que ninguna otra teoría
científica, como el Big Bang o la mecánica cuántica?
Dennett:
Creo que ello es debido a que la evolución va directo al
corazón del más perturbador descubrimiento científico
de los últimos siglos, que refuta una de las más
viejas ideas que tenemos, tal vez más vieja que nuestra
especie.
SPIEGEL:
¿Cuál exactamente?
Dennett:
Es la idea de que se precisa algo muy grande y sofisticado para
hacer una cosa menor. Lo llamo el efecto goteo de la creación.
Nunca se verá una lanza haciendo un alanceador. No se verá
nunca una herradura haciendo un herrero. Nunca se verá
un tarro haciendo un alfarero. Es siempre el camino inverso y
esto es tan obvio como lógico.
SPIEGEL:
¿Piensa usted que esta idea ya estaba presente en los monos?
Dennett:
Quizás en el Homo habilis, el habilidoso, que empezó
construyendo herramientas de piedra hace 2 millones de años.
Se sentían más maravillosos que sus artefactos.
Así que la idea de un creador más maravilloso que
las cosas que crea es, pienso, una muy idea intuitiva muy profundamente
arraigada. Precisamente a esa idea se refieren los promotores
del Diseño Inteligente, cuando preguntan: “¿Se
ha visto nunca un edificio que no haya tenido un constructor?
¿Se ha visto nunca una pintura que no haya tenido un pintor?”
Eso capta a la perfección esa idea intuitiva intuitiva
profunda de que nunca se obtendrá diseño gratis.
SPIEGEL:
Un viejo argumento teológico…
Dennett:
… el que Darwin impugnó completamente con su teoría
de la selección natural, mostrando no solamente que se
puede obtener diseño de cosas no diseñadas, sino
que incluso se puede tener evolución de diseñadores
a partir de algo no diseñado. Acabas teniendo autores y
poetas y artistas e ingenieros y otros diseñadores de cosas,
otros creadores: el más reciente producto del árbol
de la vida. Esto cambia la idea que mucha gente tiene de que la
vida tiene significado.
La
mente humana y el lenguaje
SPIEGEL:
¿Incluso el espíritu de los humanos –su alma-
es producida de esta forma?
Dennett:
Sí. Como una multicelular y móvil forma de vida
que es, necesita una mente porque precisa estar prestar atención
a los lugares por los anda. Se precisa un sistema nervioso que
pueda extraer información del mundo en forma rápida
y pueda elaborar esa información y usarla rápidamente
para guiar el comportamiento. El problema básico para todos
los animales es encontrar lo que necesitan y evitar lo que podría
dañarles, y hacerlo más rápido que sus competidores.
Darwin comprendió esta ley y comprendió que este
proceso había estado en curso de desarrollo durante centenares
de millones de años, produciendo mentes cada vez más
androides.
SPIEGEL:
Pero alguna cosa fuera de lo ordinario sucedió cuando los
humanos llegaron?
Dennett:
Efectivamente. Los humanos descubrieron el lenguaje: una aceleración
explosiva de los poderes de la mente. Porque ahora no solamente
se puede aprender de la propia experiencia, sino que también
se puede aprender indirectamente de la experiencia de cualquier
otro. De gente que nunca se ha conocido. De antecesores muertos
hace mucho tiempo. Y la cultura humana misma se convierte en una
fuerza evolucionaria profunda. Esto es lo que nos da un horizonte
epistemológico que es mucho más grande que el de
cualquier otra especie. Somos la única especie que sabe
quién es, que sabe que ha evolucionado. Nuestras canciones,
nuestro arte, nuestros libros y nuestras creencias religiosas
son en última instancia un producto de algoritmos evolucionarios.
Hay gente que encuentra esto emocionante, y otra que lo encuentra
deprimente.
Biología,
religión y sociedad
SPIEGEL:
Nada hace a la evolución tan evidente como el código
ADN. Sin embargo, los que creen en el Diseño Inteligente
encuentran el código ADN menos problemático que
las ideas de Darwin. ¿Por qué?
Dennett:
No lo sé, porque soy de la opinión de que la mayor
evidencia que tenemos de la verdad de la teoría de Darwin
es la que llega cada día de la bioinformática, de
la comprensión del código ADN. Los críticos
del darwinismo no quieren hacer frente al hecho de que las moléculas,
los encimas y las proteínas obligan a pensar. Sí,
tenemos un alma, pero está hecha de muchos robots minúsculos.
SPIEGEL:
¿No cree que sería posible dejar la vida en manos
de los biólogos, y dejar a la religión cuidar del
alma?
Dennett:
Esto era lo que Juan Pablo II estaba pidiendo cuando emitió
su muy citada encíclica, en la que sostenía que
la evolución era un hecho, para apresurarse a añadir:
excepto en lo que afecta al alma humana. Esto puede hacer a alguien
feliz, pero es falso. Podría ser tan falso como decir:
nuestros cuerpos están hechos de material biológico,
excepto, por supuesto, el páncreas. El cerebro no es un
tejido más maravilloso que los pulmones o el hígado.
Es solamente un tejido.
SPIEGEL:
Las ideas de Darwin han estado manipuladas por los racistas y
los eugenistas. ¿Es ésa también una de las
razones de que el darwinismo sea tan enérgicamente atacado?
Dennett:
Sí. La forma más suave de presentarlo es decir que
la idea darwiniana es muy simple; se puede explicar a cualquiera
en un minuto. Pero por esa misma razón es extremamente
vulnerable a la caricatura y al mal uso. Explico muy pacientemente
a mis estudiantes las bases de la teoría evolucionaria,
y tengo que detenerme y retroceder, hacer limpieza, porque se
vuelven muy entusiastas y pueden caer en malentendidos. El darwinismo
es una golosina mental, es delicioso. Pero la cosa es que tomar
demasiada golosina puede distraer de la verdad. Y puede caer en
manos de racistas o sexistas. Así que hay que mantener
una suerte de higiene mental siempre.
SPIEGEL:
Parece, hoy en día, que todo –desde el adulterio
a la violación hasta el asesinato- es analizado a la luz
de la evolución. ¿Cómo se puede separar la
investigación seria de la golosina?
Dennett:
Hay
que ser un coleccionador meticuloso de hechos relevantes y ordenar
esos hechos forma tal, que salga una hipótesis empíricamente
contrastable, capaz de ser o confirmada o rechazada. Es lo que
hizo Darwin.
SPIEGEL:
Su colega Michael Ruse le ha acusado de salirse del campo de la
ciencia y entrar dentro de la ciencia social y de la religión
con sus teorías. Ha dicho incluso que, como resultado de
eso, usted está inadvertidamente ayudando al movimiento
del Diseño Inteligente.
Dennett:
Michael está tratando de sacar las implicaciones de la
perspectiva de Darwin desde puntos de vista suaves, y de tranquilizar
a la gente con la idea de que no hay mucho conflicto entre la
perspectiva de la biología evolucionaria y su forma tradicional
de pensar.
Cosmología,
religión, evolución
SPIEGEL:
¿Y sobre la acusación de que está ayudando
sin quererlo al Diseño Inteligente?
Dennett:
Aquí hay probablemente un elemento de verdad. Acabo de
escribir un libro en donde miro a la religión desde la
perspectiva de la biología evolucionaria. Creo que se puede
e incluso se debería tomar esta perspectiva. Hay gente
que dice: “¡no, fuera las manos de este asunto! No
ha de permitirse que la evolución se acerque a las ciencias
sociales” Creo que es un mal consejo. La idea de que se
debería proteger a las ciencias sociales y humanas del
pensamiento evolucionario es una receta desastrosa.
SPIEGEL:
¿Por qué?
Dennett:
Yo daría a Darwin la medalla de oro por la mejor idea que
nadie haya tenido. Esa idea unifica el mundo del significado,
el del propósito, el de los objetivos, y el de la libertad
con el mundo de la ciencia, con el mundo de las ciencias físicas.
Quiero decir, hablamos acerca de la gran brecha entre las ciencias
sociales y las ciencias naturales. ¿Qué cierra esta
brecha? Darwin, que nos mostró la forma en que propósito
y diseño pueden surgir de la falta de propósito,
de la materia bruta.
SPIEGEL:
¿Entra en juego el darwinismo cada vez que algo se crea?
¿Incluso la creación del universo, por ejemplo?
Dennett:
Por lo menos es interesante ver que ideas quasi- o pseudo- darwinianas
también son populares en la física. Postulan una
gigantesca diversidad, a partir de la cual, por así decirlo,
ha procedido la selección. Y el resulutado de esa selección
es el mundo físico en el que estamos, que es solamente
una parte, la parte de la que somos testigos, de aquella gigantesca
diversidad. Esto no es la idea darviniana, pero guarda cierta
relación con ella. El filósofo Friedrich Nietzsche
tuvo la idea –aventuro que inspirada en Darwin—de
la eterna repetición: la idea de que todas las posibilidades
son llevadas a cabo, y el tiempo y la materia son infinitos, de
manera que cada variante será probada, no una, sino millones
y millones de veces.
SPIEGEL:
Otra idea de Nietzsche era que Dios está muerto. ¿Es
ésta también una conclusión alcanzada por
el darwinismo?
Dennett:
Es una muy clara consecuencia. Las razones del diseño,
pienso, habían sido siempre el mejor argumento de la existencia
de Dios, y cuando Darwin llegó, estropeó la fiesta.
SPIEGEL:
En otras palabras, ¿la evolución no deja lugar para
Dios?
Dennett:
Debe comprenderse que el papel de Dios se ha visto empequeñecido
a través de los siglos. Primero teníamos a Dios,
como Usted dijo, creando a Adán y a cada criatura con sus
manos, extrayendo una costilla de Adán y haciendo a Eva
a partir de esta costilla. Luego cambiamos aquel Dios por el que
pone en marcha la evolución. Y ahora ni siquiera necesitamos
a este Dios –el dador de la ley—, porque si tomamos
estas ideas de la cosmología seriamente, entonces hay otros
sitios y otras leyes, y la vida evoluciona donde puede. De manera
que ahora ya no tenemos a Dios ni como creador ni como legislador,
sino a un Dios reducido al papel deslucido de maestro de ceremonias.
Cuando Dios es el maestro de ceremonias y no juega ningún
papel más en el universo, se convierte en una suerte de
disminuido, incapaz de intervenir en nada.
SPIEGEL:
¿Cómo es entonces que muchos científicos
naturales son religiosos? ¿Cómo pega eso con su
trabajo?
Dennett:
Esto pega no mirándolo muy de cerca. Es un ardid que está
al alcance cualquiera. Todos tenemos nuestras formas de compartimentar
nuestras vidas, a fin de evitar en lo posible tener que enfrentarnos
con nuestra propias contradicciones.
SPIEGEL:
Pero esta compartimentación también tiene un lado
positivo: la ciencia natural trata de la vida, mientras que la
religión trata del significado de la vida.
Dennett:
Claro. Una frontera. El problema es que la frontera se mueve.
Y cuando se mueve, la descripción del trabajo de Dios se
encoge. Yo también me sobrecojo delante del universo. Es
maravilloso. Soy tan feliz de estar aquí, es un gran sitio
a pesar de todos sus defectos, me encanta estar vivo. El problema
es: no hay nadie a quien agradecérselo, no hay nadie a
quien expresarle mi gratitud.
Moral
y religión
SPIEGEL:
Pero la religión nos da calidad moral y nos proporciona
orientación sobre cómo tenemos que comportarnos.
Dennett:
Si la religión fuera eso, no sería una idea necia.
Pero la religión no es eso. Entre lo mejor de las religiones
está el servir como excelentes organizadores sociales.
Hacen que el trabajo moral en equipo sea mucho más efectivo
de lo que sería sin religión. Sin embargo, esto
es un arma de doble filo. Porque hacer trabajo moral en equipo
depende en muy alto grado de la cesión del propio juicio
moral a la autoridad del grupo. Y esto puede llegar a ser muy
peligroso, como es harto sabido.
SPIEGEL:
Pero la religión aún nos ayuda a alcanzar calidad
moral.
Dennett:
Pero ¿sólo nos comportamos de manera moralmente
buena para tener recompensa en el cielo, aquello de que Dios nos
castigará por nuestros pecados y nos recompensará
por nuestro buen comportamiento? Encuentro esta idea muy paternalista.
Es ofensiva, porque sugiere que es la única razón
por la cual la gente es moral. ¿Lo es, sólo a fin
de disponer de 76 vírgenes en el paraíso? Esta es
una idea que mucha gente en Occidente consideraría una
burla.
El
enfoque evolucionario, aplicado a las religiones
SPIEGEL:
¿Por qué entonces casi todas las culturas tienen
religión?
Dennett:
Creo que la respuesta a esta pregunta es parcialmente histórica,
en el sentido de que tradiciones que sobreviven desarrollan adaptaciones
para sobrevivir. Así, las mismas religiones son –y
lo son en grado sumo—fenómenos culturales bien diseñados
que han evolucionado para sobrevivir.
SPIEGEL:
Como las especies biológicas.
Dennett:
Efectivamente. Un diseño religioso es completamente inconsciente,
lo mismo que el diseño de los animales y de las plantas,
que también lo es.
SPIEGEL:
¿Tienen todas las religiones rasgos similares?
Dennett:
Todas
han de tener rasgos aptos para prolongar la propia identidad,
y muchos de esos rasgos son interesantemente similares a los que
encontramos también en biología.
SPIEGEL:
¿Puede darnos un ejemplo?
Dennett:
Muchas religiones empezaron antes de ser puestas por escrito.
¿Cómo obtener una gran fidelidad a los textos antes
de disponer de ellos? Cantar y recitar en grupo es un buen mecanismo
para mantener y expandir la información. Y tenemos otros
rasgos también, por ejemplo: hay que asegurar que haya
algunas partes que sean realmente incomprensibles.
SPIEGEL:
¿Por qué?
Dennett:
Porque entonces la gente debe recurrir a la memorización.
La misma idea de la Eucaristía es un bonito ejemplo: la
idea de que el pan es simbólicamente el cuerpo de Cristo
y el vino es simbólicamente la sangre de Cristo, no es
suficientemente emocionante. La idea necesita ser estrictamente
incomprensible: el pan es el cuerpo de Cristo y el vino es su
sangre. Solamente entonces la atención queda absorbida.
Entonces ganará la competición frente a ideas más
aburridas, simplemente porque es incomprensible. Es parecido a
cuando se tiene un dolor de muelas y uno no puede sacar la lengua
de allí. Todo buen musulmán debe supuestamente rezar
cinco veces al día, cualquiera que sea la circunstancia
en que se halle.
SPIEGEL:
¿Ve usted esto también como una estrategia evolucionaria
para conservar viva la religión?
Dennett:
Es muy posible. El biólogo evolucionario israelí
Amotz Zahavi argumenta que las conductas que son costosas –que
son duras de imitar— son las que mejor logran ser transmitidas,
porque las señales no costosas pueden ser y serán
falsificadas. Este principio de las conductas costosas está
bien establecido en biología, y está bien presente
en la religión. Es importante hacer sacrificios. Si quieres
pagar tan alto precio, házlo por tu cuenta y riesgo. Si
los imanes decidieran suprimir ese rasgo de su religión
que obliga a tanta oración, podrían dañar
uno de los más robustos mecanismo adaptativos del Islam.
SPIEGEL:
Utilizando este tipo de argumentación, ¿podría
predecir qué religiones ganarán al final?
Dennett:
Mis colegas Rodney Stark y Roger Finke han investigado por qué
unas religiones se expanden rápidamente, y otras, no. Se
sirven para ello de la teoría económica de la oferta,
y dicen que hay una especie de mercado ilimitado, a través
del cual las religiones pueden realizar ofertas, pero sólo
si son costosas. Eso explicaría, en su opinión,
por qué las muy sosas y liberales religiones protestantes
están perdiendo adeptos, y por qué, en cambio, las
más extremistas y vehementes los están ganando.
Miedo
a una derecha religiosa norteamericana tan irresponsable socialmente
SPIEGEL:
¿Y tiene Usted una explicación de por qué
la creencia en el Diseño Inteligente no está en
ninguna parte tan extendida como en los Estados Unidos?
Dennett:
No, desgraciadamente no. Pero puedo decir que la alianza entre
las religiones fundamentalistas o evangélicas y la derecha
política es un fenómeno muy preocupante, y es ciertamente
una de las más poderosas razones de esta extensión
del Diseño Inteligente por los Estados Unidos. Lo que realmente
da miedo es que muchos de ellos parecen pensar que el segundo
advenimiento está a la vuelta de la esquina, es decir,
la idea de que, de todos modos, el Armagedón está
a la vuelta de la esquina, de modo que no hay nada que hacer.
Es mi convicción que eso es de todo punto irresponsable
socialmente. Es de terror....
SPIEGEL:
Profesor Dennett, muchas gracias por esta entrevista.
Traducción
para www.sinpermiso.info: Daniela Süss
Der Spiegel, 26 diciembre 2005