Los
dos conceptos de alma en Grecia: «psyché» y
«thymós»
Los griegos consideraban que tenemos dos tipos
distintos de alma: «psyché» y «thymós»
y por lo tanto un destino dual. Por una parte, «thymós»
és –según R.B. Onians: «cálida,
emocional y vigorosa», mientras que «psyché»
es «más fría, profunda e impersonal.»
[1] La primera tiene un carácter claramente social, en
la medida que se muestra y se valida ante la comunidad, la segunda
tiene algo de percepción personal y subjectiva y tien tendencia
a transportarnos más allá del mundo físico.
Desde la perspectiva de la «psyché»
nuestro mundo es irreal, mientras que en el Hades que es llamado
«Plutón» [“Plutos”: Rico] es el
ámbito de los tesoros de la imaginación. En palabras
de Patrick Harpur en EL FUEGO SECRETO DE LOS FILÓSOFOS:
«Las sombras no son oscuros fantasmas para psyché,
sino imágenes míticas que irrumpen desde el mundo
subterráneo.»
La frase de Heráclito «Hades y Dionisio
son uno» significaría así que el alma en tanto
que «psyché» no se ha hecho para el mundo de
las cosas, para el carácter recio de lo real y autosubsistente,
sino que se encuentra como todo lo que no puede contenerse en
el mundo físico (es decir: la mente, la imaginación,
los arquetipos inconscientes, etc.) en un mundo que es el del
“más allá”. En palabras de Harpur, una
vez más: «El dios de la vida creadora tiene una afinidad
secreta con la muerte.»
«Thymós», palabra que puede
traducirse también a veces como “carácter”,
se identificaría con la «robusta consciencia del
hombre occidental», equilibrada, calculadora, etc. Pero
desde un punto de vista neoplatónico sería una forma
de inconsciencia profunda, porque elimina lo creador de la imaginación.
Si el Cosmos en realidad es infinito, lo que se necesita es la
percepción más profunda que ofrece «psyché»
y que nos permite una contemplación del Otro Mundo, cuya
captación sólo resulta posible cuando nos ponemos
mentalmente en otra perspectiva de contemplación.
Efectivamente para el alma que es «thymós»
este mundo resulta sensual y exaltante, por lo que Otro Mundo
sólo puede ser frío y triste. Y a la inversa, si
la mediante la «psyché» conocemos que éste
es un mundo de sufrimiento, de incertidumbre, etc, entonces el
Más Allá ha de parecernos una perspectiva deseable.
Aquiles dijo a Odiseo que la vida del Hades era miserable y que
deseaba volver al mundo de los vivos, pero «Psyché»
mantiene, por el contrario, que lo tristes y desaagrable es el
mundo en que vivimos y lo que no exalta es la perspectiva de ir
más allá, a lo absoluto que sólo llega tras
la muerte –una muerte que no es “lo contrario de la
vida”, sino una vida más plena.
Para comprender esta perspectiva convendría
ver que la mentalidad que distingue entre «thymós»
y «psyché» no es dualista, sino que se sustenta
en una doble visión. El mundo de las culturas tradicionales
es, a la vez, metafórico y literal. Es decir que considera
tan metafórico este mundo como el otro y que literalmente
de lo que se trata es de establecer modelos de conocimiento que
funcionan correctamente sólo porque alguien accede a un
determinado tipo de visión o de conciencia, es decir a
un «eidos» en vocabulario platónico.
Este planteamiento de los dos tipos de almas está
en la base de una lectura neoplatónica y órfica
del Mito de la Caverna platónico. La confusión de
las sombras de la caverna con la luz solar y el logro de una percepción
mejor y más auténtica vendría al acostumbrarnos
a contemplar el Otro Mundo que se nos abre por el cultivo de la
«psyché». Como dice Harpur: «La alegoría
expresa la oscuridad mental en que vivimos normalmente, sin distinguir
las sombras de la realidad, ignorantes de la sustancia de las
cosas, confundiendo la luz con la imaginación, ignorantes
del mundo real presidiso por el único Iluminador divino.»
La concepción neoplatónica de la
existencia de una Gran Alma del Mundo deriva de la comprensión
de la «psyché» como el punto de vista de la
totalidad Por es la divindidad que nos permite acceder a la Gran
Alma será Hermes «psychopompos» [conductor
de las almas al Hades[ (hermano menor de Apolo y protector del
Dionisio niño y en consecuencia puente entre ambas cosmovisiones).
Notas para un debate [R.A.]
[1]
R. B. Onians: The Origins of European Thought about the Body,
the Mind, the Soul, the World, Time and Fate; Cambridge, 1981.
Citado por Patrick Harpur: El Fuego Secreto de los Filósofos,
Atalanta; Vilaür – Girona, 2006.